Las posibilidades de vivir un mundo fuera de lo digital, actualmente puede ser inimaginable en la mayor parte del planeta porque la tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas. Desde el uso de pantallas en dispositivos móviles hasta la omnipresencia de Internet y las redes sociales, estamos constantemente conectados al mundo digital. Más aún, organismos multilaterales como la UNESCO y la Unión Europea exaltan la competencia digital como una de las competencias básicas del ciudadano del siglo XXI tan importantes como saber de matemáticas.
Sin embargo, en los últimos años ha surgido un movimiento antitecnología que defiende la idea de que los niños y jóvenes no deben estar expuestos a pantallas en absoluto. Esta postura ha llevado a un debate en el ámbito educativo sobre la integración de la tecnología en las aulas. Pero ¿es realmente posible vivir en un mundo sin tecnología?
La confusión sobre el enfoque antitecnología
En los últimos años, ha habido noticias y entrevistas en las que algunos líderes tecnológicos reconocen que envían a sus hijos a escuelas que prohíben el uso de la tecnología. Esto ha llevado a la percepción de que estos gurús tecnológicos están en contra de la tecnología en general. Sin embargo, si profundizamos más allá de los titulares, descubrimos que muchas de estas declaraciones son menos radicales de lo que parecen.
El proyecto «Makerspaces in the early years», financiado por la Unión Europea y liderado por la investigadora británica Jackie Marsh, reveló que estas familias no rechazan el uso creativo y productivo de la tecnología, sino que se oponen al tiempo «sin sentido» que los niños pasan frente a las pantallas. De hecho, muchos de estos líderes tecnológicos consideran que aprender a programar es una habilidad básica para el siglo XXI. Tim Cook, el director de Apple, ha defendido la integración de la programación desde edades tempranas. La clave, como señala en una entrevista publicada en The Guardian, es hacer un uso razonable de la tecnología y establecer límites claros.
La tecnología como herramienta, no como fin en sí misma
Es importante tener en cuenta que la tecnología no es un fin en sí misma, sino una herramienta para crear, superar barreras comunicativas y expresarnos. El hecho de que Bill Gates, cofundador de Microsoft, no permitiera a sus hijos utilizar el móvil en la mesa y restringiera su acceso hasta los 14 años no significa que esté en contra de la tecnología. Más bien, es una forma de educar sobre un uso adecuado y responsable de la misma.
El papel de los mayores en la enseñanza de la tecnología
Un estudio llevado a cabo en 21 países de la Unión Europea concluyó que los niños de 0 a 8 años aprenden a usar la tecnología observando a sus familiares pero eso no ocurre en otros continentes. En los casos en los que los niños asisten a escuelas que han implementado tecnología en la educación, son más conscientes de los riesgos asociados. Este estudio también destacó que las familias con un nivel socioeconómico más alto son más conscientes de los riesgos y los problemas de abuso de la tecnología, por lo que son más restrictivas en cuanto al tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas.
Algunos padres sucumben ante la necesidad de tener en la pantalla de un dispositivo un tranquilizante para sus hijos y sin saberlo crean una adicción y si no nos crees te invitamos a dar un vistazo al siguiente artículo La adicción a las pantallas: Como administrarla de forma segura por mi salud » Web de Hilmer sobre Ciencia
El peligro de la brecha digital
Excluir la tecnología de la educación implica ignorar el papel fundamental que las tecnologías digitales desempeñan en todos los sectores de la vida. La UNESCO y la Unión Europea han destacado la competencia digital como una habilidad básica para los ciudadanos del siglo XXI. Una buena alfabetización digital ayudará a que los niños y jóvenes sean más conscientes de los riesgos y las posibilidades de las tecnologías digitales, fomentando así un uso adecuado de las mismas.
Es fundamental que las escuelas integren la tecnología de manera metodológica, no solo como un instrumento, para promover el desarrollo de la competencia digital de los estudiantes. Después de la pandemia de COVID-19, la UNESCO enfatizó la importancia de las tecnologías para enriquecer el proceso educativo, pero también advirtió sobre el riesgo de profundizar las desigualdades. Si no introducimos la tecnología en las escuelas, podríamos contribuir al aumento de la brecha digital.
¡Gracias por leernos! Esperamos que este artículo te haya brindado una perspectiva interesante sobre el significado tiene el mundo fuera de lo digital y el futuro de la tecnología. Además, es crucial estar conscientes del uso sin excesos de la tecnología, sobre todo en tiempos en los cuales vivimos hiperconectados.
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¡Que tengas un Feliz viernes!