Si tu mente pide descanso: escúchala
Hay fatigas que no hacen ruido, pero dejan eco. Sonrisas que parecen enteras, aunque detrás solo haya ganas de cerrar los ojos y que el mundo se detenga. Vivimos en un ritmo que aplaude la productividad pero ignora el precio de tu mente. Aplaudimos al que “puede con todo”, aunque por dentro ya no pueda…