Muchas veces nos hemos preguntado, ¿Cómo evitar que una clase virtual sea aburrida? ¿ cómo generar aprendizajes para siempre? ¿ cómo evaluar en la virtualidad y garantizar el aprendizaje real y para siempre? e incluso nos preguntamos ¿ cómo entregar la batuta a los estudiantes?. En este contexto las metodologías activas se convierten en aliadas porque se componen de un conjunto de estrategias y técnicas que promueven el aprendizaje contextualizado colaborativo y para la vida, así como el desarrollo de habilidades metacognitivas para el desenvolvimiento en la vida cotidiana de quienes participan. Estas metodologías inspiran, proponen dificultades, desafíos, situaciones simuladas ante las cuales deben desarrollar soluciones cómo si se tratase de la vida real, para ello es preciso contar con competencias como comprensión lectora y saber evaluar su progresión en la adquisición de conocimientos (Brunning, et al 1995).
Las metodologías activas, son entonces un conjunto de métodos, técnicas y estrategias que colocan al estudiante de cualquier nivel educativo en el centro del aprendizaje, fomentan el trabajo en equipo e incentivan el pensamiento crítico, dejando a un lado los procesos memorísticos de repetición de los contenidos que se imparten en clase; convirtiéndose en una forma de trabajar que prepara al estudiante para situaciones de la vida real y para su vida profesional.
Aunque el término resuena con fuerza en el sistema educativo actual, lo cierto es que las metodologías activas surgieron en el siglo XIX, con la aparición del movimiento de renovación educativa ‘Escuela Nueva’ o ‘Nueva Educación’ creado por el pedagogo suizo Adolphe Ferrière, que proponía un cambio en la escuela tradicional a favor del estudiante y su método de aprendizaje.
Estas metodologías activas se presentan como escenarios de aprendizaje que bien pueden ser: por proyectos, por retos, por problemas. Existen otras modalidades como el estudio de caso, el flipped classroom de las cuales hablaremos en otro post. Ahora vamos brevemente a comentar algunas de ellas.
Aprendizaje basado en proyectos
Este tipo de aprendizaje busca unir la vida real con la institución o las metas de la educación, permite crear simulaciones con la vida real, por eso la filosofía que subyace a este tipo de metodología es que la realidad es un elemento muy importante para las personas.
Las características son el aprendizaje entre varios, aprendizaje autónomo, interdisciplinario y transdisciplinario, empleo de distintos recursos, la integración y demostración de contenidos comprendidos a favor de la solución de nodos problematizadores del contexto real en el cual se desenvuelve el estudiante. Esta se puede combinar con organizadores de trabajo como Trello, Google calendario entre otros.
Cabero y Román (2009) nos describen que los proyectos pueden ser:
- Producción: cuando se trata de elaboración de algo, un mapa conceptual, una metodología, un modelo
- De utilización: cuando el objetivo es la utilización de algún producto o instrumentos ya elaborados
- Resolver problemas de todo tipo: de seguridad, técnicos, sociales. Este tipo de proyectos se genera para resolver alguna dificultad o dar respuesta a una pregunta potenciadora respecto a temas como: economía, pandemia, datos de educación entre otros.
- De carácter técnico o científico: con el fin de mejorar técnicas de estudio, profundizar en un problema o de trabajo en equipos para buscar soluciones científicas con empleo de geogebra entre otros.
Aprendizaje basado en retos
Blanco et al (2017), han planteado este método que además contempla el aprendizaje cooperativo, la visión de los problemas que afectan de forma global a toda la humanidad y la visión aplicada de diversas materias académicas.
Este tipo de aprendizaje se suele englobar en acciones realizadas por la institución educativa, de igual manera debe integrar conocimientos de varias asignaturas. Esta se peude combinar o mostrar con Genially, gamificaciñon en Kahoot, menti meter, entre otros.
EL aprendizaje basado en la solución de problemas
El aprendizaje basado en la resolución de problemas es un método que permite que los alumnos tengan un papel más activo en su enseñanza.
Al estar más implicados se les motiva a querer aprender, son más autónomos y más responsables. Si además utilizas las nuevas tecnologías como herramienta de enseñanza, los alumnos aprenderán a usar las tabletas y los ordenadores como medios idóneos para encontrar información.
Como su nombre indica se debe resolver un problema y son los alumnos los que tienen el reto de encontrar la solución. Lo harán trabajando en equipo, buscando y recopilando información mientras el maestro tiene el papel de guiarles. Además, favorece la motivación por aprender, los estudiantes encuentran la solución surgen otras incógnitas que querrán resolver.
Hoy existe la posibilidad de integrar en los métodos de enseñanza las nuevas tecnologías y, sin duda, también lo podrás hacer con el aprendizaje basado en la resolución de problemas. De esta manera tus estudiantes también aprenderán a utilizar los diferentes soportes, programas y aplicaciones como herramienta para buscar información y para comunicarse. Hacer acertijos, laberintos, mapas mentales, usar Padlet puede ayudar.
Para completar finalmente, les dejamos este vídeo que ilustra el tema:
Investigaciones recientes
Silva Quiroz, Juan, & Maturana Castillo, Daniela. (2017). Una propuesta de modelo para introducir metodologías activas en educación superior. Innovación educativa (México, DF), 17(73), 117-131.
Hernández, D. J., Ortiz, J. J. G., & Abellán, M. T. (2020). Metodologías activas en la universidad y su relación con los enfoques de enseñanza. Profesorado, Revista de Currículum y Formación del Profesorado, 24(1), 76-94.
Granados Romero, J. F., Vargas Pérez, C. V., & Vargas Pérez, R. A. (2020). La formación de profesionales competentes e innovadores mediante el uso de metodologías activas. Universidad Y Sociedad, 12(1), 343-349.
Muntaner Guasp, J. J., Pinya Medina, C., & Mut Amengual, B. (2020). El impacto de las metodologías activas en los resultados académicos.
Rodriguez, A. B., Ramirez, L. J., & Fernández, W. (2017). Metodologías activas para alcanzar el comprender. Formación universitaria, 10(1), 79-88.
Medina-Díaz, M. D. R., & Verdejo-Carrión, A. L. (2020). Validez y confiabilidad en la evaluación del aprendizaje mediante las metodologías activas. ALTERIDAD. Revista de Educación, 15(2), 270-284.