Las publicaciones científicas: ¿producción de conocimiento o negocio polémico?

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Las publicaciones científicas: ¿producción de conocimiento o negocio polémico?

Las publicaciones científicas han representado el pilar fundamental para compartir descubrimientos y avances en el conocimiento. Sin embargo, en las últimas décadas, un fenómeno intrigante ha estado transformando el paisaje de las publicaciones científicas. Se trata de trasladar el enfoque académico tradicional hacia un terreno más comercial.

Diariamente se crean en los diferentes continentes programas de postgrado que exigen a sus aspirantes al grado o nivel académico, la publicación en Revistas de alto impacto e incluso hay Universidades que exigen concretamente las bases de datos o indexaciones que debe tener la revista donde se debe publicar. Todo este contexto genera en ocasiones que los autores se encuentren en una encrucijada puesto que las revistas catalogadas como OPEN ACCESS terminan convirtiéndose en una exigencia o punto clave de inflexión que genera stress, erogación de alto costo y búsqueda desesperada de revistas con Ranking, revistas en cuartiles muy bien posicionadas Q1, Q2 o Q3.

Es por ello, que hoy hablaremos de este polémico requisito del mundo académico y de una pregunta que muchos nos hacemos y pocos nos detenemos a intentar responder. En ese sentido, nos preguntamos ¿Cómo pasamos de la búsqueda del conocimiento a ingresar en un negocio lucrativo? ¿Qué impacto tiene esta transformación en los científicos, las instituciones y, en última instancia, en la sociedad? Sin duda, un tema de debate sobre la esencia misma de la ciencia y cómo la comercialización podría estar eclipsando la verdadera misión de las publicaciones científicas. Así es que comencemos.

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Esta evolución plantea preguntas importantes sobre el propósito de la ciencia y si debería considerarse como un negocio lucrativo

Las publicaciones científicas como negocio lucrativo

Históricamente, las sociedades científicas eran responsables de todo el proceso de producción y revisión de las publicaciones científicas. Sin embargo, a mediados del siglo XX, algunas editoriales comerciales vieron una oportunidad de negocio en este campo. Dimitri Forero, un investigador de insectos de la Pontificia Universidad Javeriana, señala que este cambio marcó el comienzo de una complicación en el sistema.

Un ejemplo impactante es Elsevier, una gigantesca editorial que administra más de 2500 revistas científicas. En 2017, The Guardian reveló que Elsevier obtuvo ganancias de 724 millones de libras esterlinas, con un margen de ganancia del 36%. En contraste, las revistas no científicas suelen obtener ganancias entre el 12% y el 15%. Lo más sorprendente es que tanto los autores como los revisores de estas publicaciones no reciben remuneración alguna por su trabajo, lo que plantea serias interrogantes sobre la ética en la ciencia.

Por su parte, Karen Corredor, una investigadora, resalta que la colaboración y la retroalimentación entre científicos son esenciales en la ciencia, pero ni siquiera los revisores reciben compensación económica. Este es un aspecto crucial, ya que demuestra que la ciencia se basa en la cooperación desinteresada para mejorar la calidad de los productos científicos. Ahora te queremos preguntar, ¿Deberían los científicos recibir una compensación justa por su trabajo en la revisión de artículos y las publicaciones científicas que envían a las editoriales?

El Virus en el corazón de la ciencia

Ahora, si nos vamos al pago por publicar en revistas científicas está afectando seriamente la esencia misma de la ciencia en acceso abierto. La medida de la excelencia en la investigación se basa en la revisión y publicación en revistas profesionales. Las publicaciones científicas, son fundamentales para obtener becas y financiamiento para proyectos de investigación. Sin embargo, en los últimos años, se han observado prácticas que socavan la integridad del sistema.

Además, algunas revistas han introducido suplementos especiales que permiten la publicación rápida a cambio de un pago adicional, lo que contamina la calidad de las investigaciones. Estas prácticas solo favorecen la cantidad de publicaciones en lugar de la calidad, lo que daña los indicadores de excelencia científica. Esta es una tendencia preocupante que amenaza la estabilidad del sistema de publicación científica.

La tendencia de pagar por publicar también afecta a las universidades Iberoamericanas , que gastarán 170 millones de euros en cuatro años para permitir que sus empleados publiquen y lean artículos de investigación. Este gasto, en su mayoría financiado con fondos públicos, ha llevado a la discusión sobre si estas inversiones son proporcionales a los beneficios reales de la investigación.

El negocio de las grandes editoriales científicas con la publicación de artículos es controvertido. Para muchas revistas y en opinión de expertos, esto representa un negocio lucrativo, puesto que publican material de terceros, cobran por publicarlo o por leerlo, y utilizan revisores voluntarios para validar los artículos.

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será que las editoriales han transformado un proceso académico en un lucrativo negocio

La variedad en el problema

Ahora bien, no todas las editoriales científicas están igualmente afectadas por este fenómeno. Algunas editoriales, como MDPI, Frontiers y Hindawi, son conocidas por publicar un alto porcentaje de artículos en números especiales. Esto contrasta con editoriales como Wiley, Springer, Nature, BMC y PLoS, que han mantenido prácticas más tradicionales y equitativas.

La proliferación de publicaciones no siempre se debe a un aumento exponencial en el número de científicos, sino a un sistema inadecuado de evaluación científica que prioriza la cantidad sobre la calidad. Valorar la calidad de la investigación es un desafío importante que requiere la atención de los responsables de la toma de decisiones en el ámbito científico.

Estos planteamiento nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es el costo para las Universidades? Y sobre todo, estos acuerdos se negociaron con cuatro de las principales editoriales, Elsevier, Wiley, American Chemical Society (ACS) y Springer. Estos acuerdos incluyen tanto el modelo de pago por publicación (APC) como las suscripciones. Es decir, los investigadores o las instituciones pagan para publicar o acceder a los artículos.

A pesar de que estos acuerdos alivian la carga económica de los investigadores, plantean preguntas sobre si el costo es alto, bajo o estándar, ya que no hay una tarifa fija y los valores varían según la capacidad financiera de cada institución. Esto ha llevado a que algunas instituciones extraigan fondos destinados a la investigación para financiar la publicación de artículos.

El futuro de las publicaciones científicas

En un sector en pleno cambio, se observa un giro hacia el modelo de pago por publicación. A pesar de las críticas y preocupaciones sobre el sistema actual, algunos consideran que estos acuerdos son un «mal menor». Sin embargo, se necesita una reflexión más profunda sobre cómo evaluar la calidad de la investigación en lugar de basarse únicamente en la cantidad de publicaciones.

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un investigador de insectos de la Pontificia Universidad Javeriana, señala que las editoriales científicas han pasado de ser gestionadas por sociedades científicas a convertirse en gigantes editoriales lucrativos.

Y sin duda, la comercialización de la ciencia a través de las publicaciones científicas, plantea interrogantes importantes sobre la integridad y el propósito de la investigación, con los años se ha creado una serie de afirmaciones, creencias, mitos o medias verdades que ya comienzan a derribarse.

1.- Es muy diferente Open access a Ciencia abierta

2.- Las revistas que tienen una cuota para ser pagada por los autores no necesariamente son revistas con criterios de calidad, visibilidad y transparencia editorial.

3.- Las revistas con mayor impacto no necesariamente son las más costosas. El impacto de una revista depende del número de lecturas, citaciones de los artículos de una revista.

4.- Una revista científica debe contar con un proceso editorial transparente y que cumpla los tiempos.

5.- Existe una línea muy delgada entre publicaciones científicas legitimas y el negocio de las publicaciones científicas, así como la ansiedad de la carrera Rankista y las revistas depredadoras. Es importante saber su diferencia. Por cierto, las revistas depredadoras están proliferando cada día más y en un próximo artículo te enseñaremos algunas estrategias para detectarlas.

La ciencia no debería ser tratada como un negocio lucrativo, sino como un medio para el avance del conocimiento en beneficio de la sociedad. La comunidad científica tiene un gran desafío para preservar la esencia de la ciencia.

En este apasionante viaje a través de la evolución de las publicaciones científicas, hemos conversado sobre el polémico negocio de las publicaciones científicas las transformaciones que están remodelando el modo en que compartimos el conocimiento. Ahora, queremos conocer tu opinión.

  • ¿Consideras que las publicaciones científicas en revistas científicas de acceso abierto son igual de respetables y valiosas que las revistas de pago?
  • ¿Deberían los científicos recibir una compensación justa por su trabajo en la revisión de artículos y la investigación que envían a las editoriales?
  • ¿Qué impacto crees que tiene la comercialización de la ciencia en la confianza del público en la publicación científica?

Hay otros temas que afectan a los investigadores como tu perspectiva, es importante para nosotros, y es por eso que hemos abierto este espacio de debate. Te invitamos a compartir tus pensamientos y participar en la conversación sobre la publicación científica y su impacto en la búsqueda del conocimiento. ¡Esperamos con interés conocer tus ideas!» y sobre todo… gracias por leernos

Un comentario

  1. Esto ha llegado a un nivel superlativo. Prácticamente no se puede optar a un cargo académico si no se cuenta con publicaciones en revistas indexadas en WoS o Scopus. No tengo nada en contra de estas formas de calificar la producción científica, pero lo cierto es que publicar en estos directorios o índices no es garantía de calidad. Los criterios de indexación y de impacto son externos, nada que ver con el contenido, y las universidades y los gobiernos o no lo saben o prefieren mirar hacia otra parte.
    Otro problema que veo en este tipo de sistema es la autopista, es decir, hay penalidad por autocitas. Si bien estoy de acuerdo con que su abuso es una mala práctica, su uso moderado se justifica si efectivamente el autor mantiene una línea de investigación innovadora y pertinente, máxime si esa línea pertenece a un grupo de investigación. En ciencias sociales las líneas de investigación responden a un contexto cultural específico, por ende, es común que los hallazgos de investigación sean particulares y no puedan ser del todo generalizables, entonces en la medida que se hagan avances en la línea de investigación se debe hacer referencia a los resultados sobre los cuales se va avanzando. Aquí se justifica la autocita y la cita de personas de un mismo equipo de investigación o institución.

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